Los que habéis entrado desde el principio veréis que he borrado la segunda entrada y tiene un motivo.
Estaba escrita desde el odio del momento y no era sincera ni con los que me leían ni conmigo misma.
No en el daño ocasionado en estos dos últimos meses, que echó por tierra todos los buenos momentos, que fueron muchos, de los 15 años vividos juntos.
¿Pero sabéis que? que han pasado casi dos meses desde la firma del convenio y la ironía es que firmé el 14 de febrero; y después de la tormenta llega la calma y en mi caso el mar se está tranquilizando lento pero seguro.
Nunca tuve dudas de que NO estaba desestabilizada, NUNCA, ni yo ni mis médicos, ni las personas que realmente estaban a mi alrededor, que realmente sabían la VERDAD de la situación y creedme si os digo, que desestabilizaría a cualquiera.
¿Qué es lo peor que puede pasar?, ¿quedarte sola en una ciudad o pueblo que no es el tuyo, sin amigos, sin familia…? Pues tienes dos opciones, te metes debajo del edredón a llorar, a lamerte las heridas, por lo amigos que creías que tenías y que luego que resulta que te han fallado y vas de víctima con la cabeza baja… o ¡luchas! pasas de todo y piensas que en los momentos duros si no están es que no merecen la pena, ¿duele? ¡Claro que duele!, intentas luchar por la amistad, con todas tus fuerzas, pero si no es correspondida, lo dejas… y tus energías van hacía donde realmente merece la pena usarla.
Esas personas, que te han llamado todos los días, o casi todos, a tu hija, que es la que realmente importa y sobre todo hacía ti, si tú no estás bien, nada está bien.
Así que dejas de perder el tiempo, en tu ex, en esos amigos que te llaman para sacarte información, en esos que ni siquiera te han llamado y en esos que unos se han ofendido por un mal entendido y otros todavía no sabes el motivo de la ofensa, simplemente sabes las consecuencias… no están.
Haces limpieza de tu Facebook, porque total por mucho que digan, yo os quiero mucho a los dos, siempre acaban tomando partido. En cierto modo es mejor así. Total eran amigos suyos, excepto una que ahora es como mi hermana del alma.
Como decía antes, han pasado dos meses, ya se ha firmado en el juzgado y ya es oficial. Ya no tengo nada que ver con el padre de mi hija.
Aunque tengo que decir, que es como un duelo, supongo que he acabado de enterrar al difunto, perdón por la comparación, pero creo que es así. Se acabó una etapa y empiezo otra que está llena de ilusiones, sueños y proyectos. Mi gran amor, mi pequeña, así que como hasta ahora, a luchar por mí, por ella, por las dos.
Todo saldrá bien, costará más o menos, ¿pero que sale a la primera? Pero saldrá, porque lo que me he demostrado a mí misma estos dos meses es que, soy fuerte, valiente y lo conseguiré. No necesito a un hombre a mi lado, tengo a mi autoestima que cada día se hace más fuerte y cada día me quiero más, ¿por qué será que ahora sí y antes no?
¿Quién ha hecho el favor a quién?
Unos corren, otros hacemos carrera de fondo, así no nos cansamos, vamos a paso firme y decidido, porque sabemos lo que queremos.
Por una sonrisa sincera 